Una vez finalizada la Liga de Susurros del Bosque viejo llega la hora de recapitular y analizar lo que ha sucedido, cómo ha funcionado el mazo, qué carencias ha tenido y cómo intentar solucionarlas. He aquí mi análisis del torneo.
En primer lugar he de decir que en mis crónicas nunca he realizado ningún comentario referente a los demás participantes del torneo. En parte se debe a que mi interés era ver cómo reaccionaba mi mazo ante el evento, ya que era la primera vez que participaba en un torneo de estas características. Además, no me veo con coraje para analizar cómo juegan otros jugadores.
Si echamos un vistazo a la lista de inscritos podemos ver que en total se apuntaron 25 jugadores al torneo, aunque tres de ellos no reportaron ningún resultado. Así que, en la práctica, fuimos 22 los jugadores inscritos. Acabé el torneo en décima posición, un poco por encima de la mitad de la tabla, con 160 puntos (sinceramente no sé cómo va el tema de la puntuación), a 6 de mi inmediato predecesor. El primer clasificado consiguió 205 puntos.
En tres de los nueve enfrentamientos conseguí acabar con la amenaza más baja. Estos fueron Los vados del Isen (21), Trampa de las tierras brunas (19) y Problemas en Tharbad (0). En dos de las misiones (Las tres pruebas y La Corona Astada) solamente logré ganar una vez, aunque podría haberla perdido perfectamente. En las demás aventuras conseguí el pleno de victorias.
Así que, en general, puedo decir que el mazo ha funcionado bien. Excepto en las misiones donde era necesario enfrentarme a muchos enemigos para superarlas, el mazo ha conseguido unos resultados decentes. En varias de las misiones mis resultados han estado por debajo de la media de los participantes.
Respecto al funcionamiento del mazo, durante todo el torneo he jugado mal la habilidad de Caldara cuando el Príncipe Imrahil está en juego. El Príncipe es un aliado con una habilidad que lo convierte en héroe si hay un héroe en la pila de descartes. Mientras que Caldara se descarta para permirte recuperar un aliado por cada héroe que controles con un icono de Espíritu impreso. Según comentan en los foros oficiales (podéis verlo aquí), en el instante en que Caldara está en la pila de descartes el Príncipe ya es un héroe, mientras que el coste que Caldara debe pagar (ponerla en la pila de descartes) se debe realizar antes de poder hacer nada más con ella. Así que cuando se calcula el número de héroes que controlas, Imrahil ya se debe contar como tal puesto que Caldara ya está en la pila de descartes. Durante todo el torneo he recuperado, muchas veces, un aliado menos de la pila de descartes. Eso solamente demuestra que merece la pena visitar los foros en busca de información sobre las reglas, novedades, etc…
Pero bueno, vayamos al quid de la cuestión… ¿Qué deberíamos cambiar para poder mejorar el mazo?
En primer lugar el héroe del banquillo. La elección que realice para jugar este torneo no ha sido la más adecuada. Los dos héroes que escogí para realizar cambios en mi formación fueron Arwen Undómiel y Galadriel. El problema de estas elecciones es que no me permiten cambiar de forma de jugar ni me suponen ninguna ventaja clara respecto a los titulares. La habilidad de Arwen sí que me supone un plus, ya que me permite incrementar fácilmente mis recursos, pero en el caso de Galadriel no ocurre lo mismo. Si hubiera incluido la Canción de Tinúviel podría haberla utilizado en combinación con el Rastreador Norteño, pero no fue así, y por ello no me daba mejor partido que los otros héroes. Su otra habilidad tampoco compensaba demasiado en mi mazo. Así que mi primera decisión ha sido cambiar a Galadriel por Cirdan el constructor de barcos.
Aunque Cirdan tiene mayor coste que los demás héroes (12) su habilidad de robar dos cartas y descartarte de otra encaja a la perfección con este tipo de mazo. Eso sí, alerta, ya que Cirdan te puede jugar una mala pasada en alguna misión de las jugadas. Si no recuerdo mal, en la misión Nîn-in-Eilph una de las quests aleatorias evitaba que utilizases efectos de cartas para obtener recursos o robar otras. No tengo claro como afectaría a Cirdan, pero es posible que me tuviera que descartar de la única carta que robase, y eso puede ser muy peligroso.
Si me centro en los aliados, he de decir que hubiera aumentado su número en la selección. En lugar de los 23 titulares y 7 en el banquillo, hubiera aumentado su número pasando a 26 titulares y 9 en el banquillo.
Los que se caen de mazo son Éomund y Henamarth Cantofluvial. El primero se cae por sus pobres estadísticas y por el hecho de no poder sacar provecho de su habilidad al abandonar el tapete, ya que Eowyn y Elfhelm son los dos únicos personajes que juego con rasgo Rohan. El segundo se cae por ser de distinta esfera y necesitar jugar Stand and Fight para poder sacarla sobre el tapete.
Respecto a los que entran, entra una copia más del Príncipe Imrahil, y dos de las cartas que añado salen del banquillo para entrar en los titulares. Añado una copia de Barbol entre mis titulares y también paso una copia de Jubayr del banquillo a los titulares. Añado dos copias de Gandalf, el de la caja del Hobbit, y tres del Guardian de Rivendel al banquillo. El hecho de rematar varias aventuras con la amenaza tan baja me permite aumentarla para mantener a Gandalf sobre la mesa, mientras que el el Guardian de Rivendel me hace poder contar con un aliado con defensa 3 y 3 puntos de vida en caso de encontrarme con misiones con enemigos duros.
En los objetos vinculados he pensado pocos cambios. Las tres lámparas se caerían del banquillo, y uno de los Corajes inesperados dejaría el mazo para ocupar su sitio. Nadie duda que esta última sea una buena carta, pero colocarla sobre Caldara es una perdida de tiempo ya que el objetivo es descartarla para usar su efecto. Así, el posible objetivo sería cualquiera de los otros héroes, pero tampoco es tan necesaria ya que Eowyn poco puede aportar al ataque o a la defensa y Glorfindel con la Luz de Valinor no necesita girarse para ir a la misión. Varias veces durante esta liga me he encontrado un Coraje inesperado en la mano y no rentarme el bajarla. Por lo demás no haría más cambios en este tipo de cartas.
En los eventos he decido cambiar completamente los que tengo en el banquillo. Básicamente porque no me beneficia el jugarlos. Uno de ellos, por tener pocos Dunedain en el mazo y el otro por ser más rentable utilizar la habilidad de Caldara para sacar aliados de los descartes. Su lugar lo ocupan las tres copias de Hermoso y Peligroso, una carta que me puede dar ese punto de ataque extra que he necesitado en algunos momentos y del que tanto Glorfindel como Círdan pueden aprovecharse. Por otro lado Alijo oculto reduce su presencia de 3 cartas a 2 y pasa al banquillo. El hecho de no haber tenido problemas con la generación de recursos me ha permitido decidirme por sacarla del mazo titular, aunque no quiero descartarla totalmente ya que me ha dado buenos resultados. Los demás eventos los mantendría (por nada del mundo eliminaría los canceladores), aunque aumentaría a tres la presencia de Fortune or Fate. En el caso de que quisiera jugar este mazo en modo multijugador, debería hacer hueco para Alianza Desesperada. Este es un evento de coste cero que permite dar el control a otro jugador del un héroe que controles hasta el final de fase. De esta forma en caso de que varios llevásemos a Caldara podríamos prestárnosla entre nosotros para poder activar su efecto.
Podéis ver como ha quedado tras los cambios aquí.
Y eso es todo, con este último artículo cierro mi participación en esta liga, esperando futuros eventos de este estilo en los que pueda participar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario