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15/6/17

Juego de mesa: El Ministerio del Tiempo

El fin de semana pasado pude probar el nuevo juego del mesa basado en la serie de televisión “El Ministerio del Tiempo”. He aquí mi revisión.




La primera impresión que tuve al abrir el juego fue positiva. Su diseño esta muy cuidado y todo recuerda a la serie de televisión (en parte es lo que queremos ver cuando abrimos un juego basado en algo conocido, ya sea una serie de televisión, una película o un libro), y no sólo me refiero a los personajes, sino también al diseño de las cartas, el tablero, etc… Y eso lo cumple con creces.

Pero vayamos al grano. Este es un juego no colaborativo cuyo objetivo es conseguir ser el mejor agente del ministerio y así ocupar el puesto de director. La partida se desarrolla en un tablero que representa la conocida escalera en espiral del Ministerio, donde hay una serie de puertas que comunican con distintas épocas, y donde podemos controlar distintos elementos, ya sean personajes, objetos o eventos, que nos darán puntos para poder ganar la partida.

La mecánica es muy sencilla. Básicamente nos moveremos con nuestro personaje por las escaleras del ministerio jugando cartas, que pueden ser lugares, eventos, personajes u objetos, y luchando contra los enemigos que quieren colarse en el Ministerio.


Las cartas tienen un año de referencia y lo ideal es jugar esa carta en esa fecha en concreto, pero podemos jugarla en otra puerta con una fecha distinta. En este caso sumaremos puntos de anacronismo, tantos como puertas separen las dos fechas. Si un jugador alcanza los 11 puntos de anacronismo pierde la partida. Además, las cartas proporcionan puntos de victoria al final del juego y al controlarlas nos dan alguna bonificación, como puede ser un aumento en una característica.

Al inicio de la partida elegimos un personaje. Este puede ser cualquiera de los habituales de la serie; Amelia Folch, Alonso de Entrerríos, Pacino, Salvador Martí, Irene Larra, Ernesto Jiménez, Angustias o Velázquez (particularmente, eché de menos a Julián Martínez). Cada uno de ellos tiene las siguientes características: combate, inteligencia, conocimiento, carisma e investigación. Casualmente, la suma de todas ellas es 11 en todos los personajes pero, como es habitual, están distribuidos de distinta forma. Por ejemplo, mientras Alonso de Entrerríos tiene unos atributos de 4 al combate, 2 a la inteligencia, 1 al conocimiento, 2 al carisma y 2 a investigar; Amelia Folch tiene 0 al combate, 3 de inteligencia, 4 al conocimiento, 2 al carisma y 2 a investigar (todos los personajes tienen 2 a investigar).

Cada una de estas características se utiliza para acciones distintas:
  • El combate se utiliza para derrotar a los enemigos que intentan colarse en el Ministerio.
  • La inteligencia se utiliza para poder controlar los objetos.
  • El conocimiento se utiliza para poder controlar los eventos.
  • El carisma se utiliza para poder controlar los personajes.
  • La investigación nos permite poder conseguir nuevas cartas.
Una vez elegido el personaje, robaremos una carta aleatoria de misión, que nos indicará las acciones que debemos realizar para poder reclamar sus puntos. Las cartas de misión nos piden entre cinco y seis requerimientos, y por cada uno de ellos que cumplamos, nos permite sumar unos puntos extra. Una de las cartas de misión que me tocó durante las dos partidas que jugué tenía como requerimientos:
  • Controlar un personaje entre 1050 y 1750.
  • Controlar un evento del 1610 al 1840.
  • Controlar un evento del 1898 al 2000.
  • Controlar un objeto del 1150 al 1750.
  • Controlar un objeto del 1935 al 1980.
Si al final de la partida conseguía completar uno de los requerimientos, sumaba 2 puntos extra, si eran dos requerimientos sumaba 5, en caso de cumplir con tres de ellos sumaba 7, y si cumplía con 4 sumaba 10 puntos. En caso de cumplir con todos, sumaba 12 puntos.


Al inicio de la partida todas las puertas de la escalera tienen una loseta de enemigo encima sin descubrir. Cuando llegamos a una loseta debemos enfrentarnos a los enemigos que estén en esa puerta. Entre ellos podemos encontrar alguno con nombre y apellidos, como Lola Mendieta, Napoleón o Paul Walcott, y otros genéricos. En una puerta puede haber más de un enemigo, ya que si no los derrotamos cuando salgan, se moverán por el tablero, y si cinco de ellos llegan al despacho de Salvador Martí, todos los jugadores pierden la partida.


Al principio de nuestro turno tiramos dos dados y elegimos uno de ellos para movernos por el tablero y llegar a las puertas que nos interesan (bueno, intentamos llegar). Si uno de los dados es un 1 o un 6, y con el otro nos movemos a una casilla especial, podemos ir hasta el despacho de Salvador Martí, que es una zona especial donde podemos realizar acciones especiales. Una vez que estamos en la puerta, debemos decir qué acción queremos realizar: controlar una carta o investigar (robar dos cartas). Una vez declarada la acción nos enfrentamos a los enemigos, si es que hay, y luego realizamos la acción. Si queremos controlar una carta en una puerta donde no había ninguna loseta al finalizar el movimiento tenemos un penalizador de +2 a la dificultad.

Las acciones que podemos realizar en el despacho pueden ser: robar cuatro cartas, convertir las losetas de enemigos que tengamos en puntos, reducir en 4 nuestros puntos de anacronismo o jugar la carta superior del mazo de descartes de objetos, personajes o eventos sin penalizador de anacronismo.
La forma de enfrentarnos a los enemigos o controlar cartas es muy similar. Tiramos un dado y sumamos nuestro atributo, que además tiene el mismo color en la carta y en nuestra tarjeta de personaje para hacerlo más fácil. En caso de no igualar el valor que nos pide, podemos descartarnos de cartas para sumar 2 puntos por cada una.

Todo esto puede parecer muy complicado explicado de esta forma, pero cuando lo juegas es muy sencillo y fácil de entender. Después de la segunda ronda del juego la mecánica se entiende perfectamente.

Valoración

He de decir que el juego me ha gustado. Si eres fan de la serie no podrás evitar caer en sus redes, ya sea por los componentes o por la temática. La mecánica logra transmitirte el espíritu de la serie, donde te mueves por el tiempo y vas conociendo distintos personajes, viviendo eventos de la historia y recordando los capítulos de la serie.


Como parte negativa he de decir que no me ha gustado en “entreturno”. El tiempo que pasa entre que finalizas tu turno y te vuelve a tocar, lo he encontrado largo. En este caso se suman dos factores: el primero es que no interactúas para nada con tus compañeros y, por tanto, cuando llega el turno de otro jugador no puedes hacer nada; y por otro lado al depender de las tiradas para saber si caes en la casilla que quieres o si puedes ir al despacho de Salvador, no puedes planificar nada antes de tirar los dados ya que todo lo pensado puede quedarse en nada y quizá debas volver a plantearte todo tu turno.

Otro detalle que me gustaría comentar es la mano inicial. Una mala mano inicial puede costarte la partida. Un personaje como Alonso de Entrerríos, con 1 punto de atributo de conocimiento y una mano inicial con solamente cartas de evento, tiene mucha desventaja. Si añadimos que considero que hay pocas cartas, pues es fácil que en toda la partida no te toque ninguna carta de un tipo (en la primera partida que jugué no me toco ninguna localización, y en la segunda ningún objeto). Personalmente añadiría la posibilidad de cambiar el número de cartas que quieras al inicio del turno, en plan mulligan, como ocurre en Juego de Tronos o en los otros juegos de cartas que comento en este blog.

Para acabar, quiero agradecer a Paula “Erendis”, ministérica de Pro y dueña del juego, que quisiera compartir su estreno con Balin, Nai y conmigo. Gracias a los tres.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por la reseña. Mi novia y yo estamos enganchados a la serie y estoy valorando comprarlo.

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